Conozcamos al zorro pitoco o perro vinagre (Speothos venaticus), también llamado perro de monte o perro selvático, que vive en algunos bosques elegidos desde Panamá y hasta Paraguay el noreste de nuestro país, específicamente en el norte de la provincia de Misiones.
A pesar de esta extensa distribución no se deja encontrar fácil, ya que se aleja de las zonas pobladas. Vive en parejas o en pequeños grupos, siendo el único cánido gregario de nuestro país. Al cazar se reúne en grupos de cinco a diez ejemplares. Se alimenta de agutíes, tatúes, roedores, pájaros y hasta crías de corzuelas.
El zorro pitoco es de hábitos diurnos o crepusculares, y otra de sus características peculiares es el hecho de que se retira a guaridas subterráneas o troncos ahuecados para descansar y proteger sus crías.
Su nombre de "pitoco" lo debe a que tiene la cola corta y este es el significado de la palabra en portugués. Su hábitat propio es la selva paranaense, cerca del agua y en zonas poco modificadas.
También se le llama "zorro vinagre", a pesar de su remoto parecido con los zorros, el nombre alude a que algunas personas consideran que el aroma de su orina con la que marca su territorio es muy similar al del vinagre.
Al cazar permanece en continuo contacto acústico con los otros componentes del grupo. Su voz suena como un murmullo.
Otra curiosidad de esta especie es que son excelentes nadadores y pueden capturar presas en el agua.
La época de apareamiento tiene lugar en noviembre y diciembre. Tiene de 2 a 6 cachorros por parto en cuya cría el macho participa de modo activo, incluso él será el encargado de transportarlos y bañarlos. Hacia el año los jóvenes llegan a la madurez sexual. Pueden llegar a vivir hasta 10 años.
Por su rareza se le considera "casi amenazado". Aunque no se tienen suficientes datos sobre la población de la especie, se cree que es muy abundante en las áreas protegidas, aunque en algunas es escaso debido a la presencia constante de visitantes. Estos cánidos nunca han sido vistos en zonas intervenidas buscando ganado. Aunque no son cazados, son escasos en algunas zonas debido a la modificación de su hábitat y la presencia del ser humano cerca de su territorio.
Este cánido es inofensivo para el hombre y el ganado. Pero muchas veces se desconfía de ellos ya que son muy raros y los pobladores les temen por no conocerlos bien.
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