Sobre la mala fama del Aguará Guazú

El Aguará Guazú es víctima de una lamentable batería de creencias. Es tristemente popular como protagonista de la leyenda del "Lobizón", la cual deriva del mito europeo del hombre lobo, en el que el séptimo hijo varón que tenía una familia, se transformaba en lobo en las noches de luna llena.
La leyenda ha llegado al pueblo guaraní, quienes afirman que el lobizón es el séptimo y último hijo de Tau y Kerana, en quien recayó una maldición que producía que en las noches de luna llena de los viernes y martes se transformara en un ser muy grande mezcla de perro con humano, aunque otras veces también con características de cerdo.
Cuentan que al transformarse el hombre maldito comienza sintiendo dolores y luego, busca la soledad en medio del monte, se tira al suelo y rueda tres veces de izquierda a derecha, diciendo un credo al revés.
La leyenda describe al lobizón como un gran perro oscuro con patas muy grandes que son una mezcla de manos humanas y patas de perro y que despide un olor pestilente.
Cuando los perros notan su presencia lo siguen ladrando pero sin atacarlo. Dicen los que creen, que se alimenta de las de heces de gallinas (por eso se dice que cuando el granjero ve que el gallinero está limpio, es porque el lobizón anda acechando por el lugar), de cadáveres e incluso de vez en cuando come algún bebé recién nacido que no haya sido bautizado.
Además en los pueblos tienen ciertas creencias muy curiosas, como por ejemplo que los huesos pulverizados alivian el dolor de parto, y además pueden ayudar a escapar a un fugitivo de la justicia. Dicen también que los almohadones hechos con el cuero curan las hemorroides y que al envolverse con su cuero se calman los dolores producidos por la artritis.
Lamentablemente estos motivos han causado que la especie llegue al actual estado de conservación EN (En Peligro), ya que el aguará-guazú es víctima de la cacería ilegal, pero también de atropellamientos en la ruta e incluso nunca falta quién decide atraparlo y alejarlo de sus padres siendo cachorro para venderlo como mascota.
El día de hoy esta especie se encuentra protegida, pero sigue siendo víctima de los cazadores y traficantes en las zonas más apartadas, mientras que se ve afectado a la vez por el avance de la frontera agropecuaria que disminuye y modifica su hábitat.
Si bien reconocemos la importancia de rescatar las creencias y tradiciones de los pueblos nativos, también sabemos que es muy importante liberar a esta especie de la carga que le produce la leyenda, ya que de seguir cazándolo las generaciones venideras ya no podrán conocerlo.
Un animal tan magnífico no debe estar relacionado con una maldición, sino que su presencia debería generarnos felicidad y respeto.
De nosotros depende limpiar su imagen, ayudémoslo compartiendo y dando a conocer su belleza.

Comentarios